EL CONJUNTO ROJILLO LLEVA CASI DOS MESES EJERCITÁNDOSE DE MANERA INDIVIDUAL Y SIN PODER HACER USO DE LAS INSTALACIONES DEPORTIVAS PARA SUS ENTRENAMIENTOS.
La pandemia del coronavirus está trastocando los planes previstos en el ámbito deportivo, aunque en estos momentos lo importante son las medidas preventivas para tratar de bajar los contagios y regresar a la normalidad lo antes posible.
El pasado martes los representantes de los clubes del subgrupo de Las Palmas de la Tercera División mantuvieron una reunión telemática con la Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas, y en la que se propuso reanudar la competición el próximo fin de semana. La UD Lanzarote, dada su situación, obtuvo el compromiso de retrasar al menos en una semana su primer partido y poder disponer de un tiempo prudente para realizar los entrenamientos.
Dicha propuesta se hizo basándose en las informaciones que había recibido el ente federativo por parte de la Dirección General de Deportes del Gobierno de Canarias. Estaba previsto que el jueves en el Consejo de Gobierno se modificara el artículo 13.4 de las medidas establecidas en Canarias, y la Tercera División sería incluida dentro del grupo de categorías de carácter nacional, lo que posibilitaría su reanudación inmediata.
Durante toda el día el presidente de la UD Lanzarote ha mantenido diferentes conversaciones telefónicas con la Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas, con el objetivo de manifestar la clara desventaja en la que se encuentra el equipo rojillo de cara a una posible reanudación de la competición. Los jugadores desde hace más de un mes solo pueden realizar entrenamientos individuales. El resto de clubes pueden desarrollar sesiones de trabajo en sus instalaciones deportivas, hacer uso de material deportivo e incluso entrenar en grupos reducidos.