EL EQUIPO CIERRA UNA HISTÓRICA LIGA SIN PERDER UN PARTIDO Y PROCLAMÁNDOSE CAMPEÓN EN EL TERCERO DEL PLAY-OFF CV GUAGUAS
El CV Guaguas se proclamó este sábado en el Centro Insular de Deportes campeón de la Superliga al anotarse dos sets en el tercer encuentro de la final de los play-off por el título. Ganó por 3-1 (25-22, 25-15, 22-25 y 25-21, dos horas de partido), pero al haber ganado los dos primeros choques, le valió con llevarse dos mangas para ser matemáticamente rey de la competición doméstica, en la que no ha perdido ni un solo partido.
Histórico CV Guaguas. E impresionante. Salvo el FC Barcelona en balonmano y quizás en alguna liga corta minoritaria o de hace un siglo (cuando se empezó a generalizar las competiciones nacionales), en pocos deportes se verá cómo un equipo gana un título liguero ganándolo todo. Veintinueve partidos, veintinueve victorias, en el caso del Guaguas, al que solo le faltó la Copa del Rey y un mejor papel en la CEV Challenge Cup para redondear una temporada para el recuerdo.
El partido fue enteramente amarillo como lo ha sido toda la temporada. A pesar de que no tuvo grandes ventajas de inicio por los errores de saque de Matthew Knigge y Yadrián Escobar (6-4), el equipo canario asumió desde el principio el papel de campeón. Mejor dicho, lo que le quedaba de papel, porque ya tenía dos tercios de ella. El Río Duero, a pesar de que lo tenía fatal para lograr algo positivo, plantó cara y mantuvo el tipo con las buenas aportaciones de Joan Doménech y Pelegrín Vargas (9-7).
Los de Sergio Miguel Camarero supieron gestionar muy bien esta renta. Apenas cedieron lo suficiente para que le supusieran puntos en contra. Además, el buen hacer general del Río Duero Soria permitió que el set se convirtiera en un intercambio de puntos (16-12). Solo hubo un momento en el que Emiliano Martín y Yadrián Escobar cometieron errores de saque y dieron alas al rival, En ese instante, Camarero solicitó tiempo muerto. Lo demás es muy obvio: parcial de 5-3 para los amarillos con el que ponía una de las dos patas para el título (25-22).
La segunda manga fue mágica. El Guaguas puso la sexta desde el principio y dejó las cosas claras desde los primeros compases (5-1). Alberto Toribio pidió tiempo muerto más por imperativo laboral que por utilidad. Ya no había nada que parara a los transportistas, que consiguieron elevar el electrónico del CID al 9-3. Y eso que Knigge y Escobar le dieron a los dueristas dos puntos enviando saques a la red y fuera, respectivamente.

Foto: CV Guaguas
Rio Duero pidió tiempo muerto pero fue el propio Guaguas quien se autoinfligió el recorte de distancias con tres saques fallados consecutivos (11-6). Sin embargo, el equipo consiguió doblar al rival en el marcador (16-8) y dejar su título visto para la sentencia. Solo era cuestión de diez minutos que se confirmara que se alzaría con el trofeo de campeón de Superliga. Con el 24-15, José Villalba envió un balón al fondo con el que Las Palmas se proclamó, ahora sí oficialmente, campeón.
Los dos últimos sets se jugaron por imperativo legal. En voleibol, un partido no termina hasta que un equipo se adjudica tres sets, aunque esté todo decidido. El tercero se lo llevó el Rio Duero Soria por 22-25 para alargar la liga unos 25 minutos más. Fue una manga donde los locales se relajaron en exceso. Total, ya tenían el título asegurado.
Donde no perdonó fue en el cuarto set. Ahí, el Guaguas fue implacable de principio a fin, básicamente porque sería extrañísimo ser campeón en el mismo partido donde se encaja una derrota. Desde muy temprano la manga estaba decidida (17-12), aunque los peninsulares nunca quiso dejar el partido sin maquillar. No quiso regalar nada a pesar de que no tenían nada que ganar. De ahí que de una posible diferencia de doce puntos a los cuatro finales (25-21).

Cartel de celebración de título (Foto: CV Guaguas)